Analizar y medir los impactos que generamos en el desarrollo de nuestras promociones inmobiliarias es la base para entender qué tan sostenible es nuestra actividad. Así mismo, nos permite comprender cómo podemos optimizar nuestros procedimientos para materializar proyectos que contribuyan a combatir el cambio climático, a favor de la descarbonización del sector y a poner en el centro la responsabilidad de la economía para brindar a la humanidad un futuro habitable. Entre otras herramientas, tenemos disponible la Taxonomía Europea. Os explicamos de que se trata:
Concepto y Fundamentos de la Taxonomía Europea
La Taxonomía Europea es un marco establecido por la Unión Europea (UE) para determinar qué actividades económicas son consideradas sostenibles desde una perspectiva ambiental. Se publica en el contexto del desarrollo del Plan de Acción de Finanzas Sostenibles Europeo para abordar el sector financiero de una manera estratégica y alinearlo con los objetivos climáticos de 2030 y 2050.
Su creación fue impulsada por la necesidad de proporcionar claridad y coherencia en el mercado financiero, estableciendo una herramienta de clasificación que pudiera identificar las actividades económicas beneficiosas para el medio ambiente y definir criterios comunes. El objetivo de la Taxonomía Europea es ayudar a canalizar las inversiones hacia actividades con un enfoque sostenible, contribuyendo así a combatir el cambio climático y poniendo en el centro la responsabilidad del sector económico.
La regulación de la Taxonomía Europea define 6 objetivos:
- Mitigación del cambio climático.
- Adaptación al cambio climático.
- Uso sostenible y protección del agua y los recursos marinos.
- Transición hacia una economía circular.
- Prevenció i control de la contaminació.
- Protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas.
Para considerar que una actividad es sostenible medioambientalmente, según la Taxonomía Europea, tiene que contribuir sustancialmente a uno de los seis objetivos medioambientales, asegurarse que su impacto no cause daños significativos a ninguno de estos objetivos (cumpliendo criterios DNSH – Do Not Significant Harm), y garantizar unas salvaguardias sociales mínimas establecidas. Por ejemplo, una actividad que contribuya a mitigar el cambio climático no se consideraría “verde” si provocara una contaminación significativa del agua o la degradación de la biodiversidad. Esto garantiza que la Taxonomía Europea promueva un enfoque integral de la sostenibilidad, donde se consideren todas las dimensiones medioambientales y no se avance en una área a expensas de otras.
Relación entre la Taxonomía Europea y Level(s) EU
En diciembre de 2019, los países de la Unión Europea firmaron el Pacto Verde Europeo, con el principal objetivo de conseguir una reducción de las emisiones del 55% en 2030, y la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero en 2050.
El pacto tiene la intención de convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro del mundo, y a partir de este objetivo, la Unión Europea ha ido desarrollando diferentes normas y marcos reguladores para guiar la economía hacia un futuro circular y sostenible.
Por un lado, la Taxonomía Europea es un sistema de clasificación que define las actividades económicas sostenibles dentro de la Unión Europea, estableciendo criterios específicos. Por otro lado, el marco metodológico de Level(s) define un lenguaje y metodologías de cálculo comunes para medir la sostenibilidad en el sector de la construcción (pero sin fijar requisitos o límites). Ambas herramientas se han desarrollado en paralelo para que funcionen de manera complementaria. La Taxonomía Europea utiliza el marco metodológico de Level(s) como base para el cumplimiento de requisitos técnicos, asegurando que se cumplan con los estándares de sostenibilidad definidos por la UE.
Impacto en el Sector Inmobiliario
El sector inmobiliario, dada su altísima huella ecológica, tendría que ejercer un papel crucial en la transición hacia una economía que ponga en el centro la sostenibilidad ambiental. La Taxonomía Europea tiene un impacto significativo en este sector, puesto que define los criterios para determinar si un edificio o actividad de construcción es sostenible dentro de su marco clasificatorio.
Aquí hay algunas formas en que la Taxonomía Europea se relaciona con el sector inmobiliario:
- Construcción sostenible: La Taxonomía Europea promueve el desarrollo de proyectos de construcción responsables que reduzcan el consumo de energía, minimicen los residuos y utilicen materiales de bajo impacto ambiental, entre otros aspectos. Los edificios con valores de sostenibilidad que se alineen con los criterios de la Taxonomía serán más atractivos para los promotores que buscan oportunidades de inversión sostenible.
- Eficiencia energética: La renovación de edificios existentes para mejorar su eficiencia energética, o su planificación en promociones nuevas, es otro aspecto clave dentro de los criterios de la Taxonomía Europea. Las inversiones en la instalación de sistemas de energía renovable, y la gestión inteligente de la energía son consideradas actividades sostenibles según la Taxonomía.
- Gestión de activos inmobiliarios: La gestión sostenible de activos inmobiliarios, que incluye prácticas de mantenimiento eficientes, gestión responsable del agua y la gestión de residuos, es fundamental para cumplir con los estándares de la Taxonomía Europea. Las empresas inmobiliarias tienen que implementar políticas y prácticas que aseguren la sostenibilidad a lo largo del ciclo de vida de los activos, desde la construcción hasta la operación y el eventual desmantelamiento.
En resumen, la Taxonomía Europea proporciona un marco para identificar actividades económicas sostenibles, y su aplicación en el sector inmobiliario es fundamental para impulsar la transición hacia una economía más verde y resiliente al cambio climático. Las empresas del sector inmobiliario que adopten prácticas y proyectos alineados con los criterios de la Taxonomía no solo contribuirán a la mitigación del cambio climático y la protección del medio ambiente, sino que también podrían acceder a nuevas oportunidades de financiación e inversión en el mercado europeo.
La Taxonomía es una herramienta de medición y de transformación, a través de la cual las empresas pueden reportar el grado de sostenibilidad de sus activos y planificar la transición. Es por eso que a pesar de que actualmente el cumplimiento y el informe de Taxonomía UE solo sea obligatorio para empresas grandes incluidas en el alcance de la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CRSD), desde Omplim tenemos en cuenta sus criterios para reportar de manera voluntaria la alineación de nuestras promociones con los objetivos de Taxonomía.
Consideramos que la acción climática es urgente y que tenemos que implementar todas las herramientas a nuestro alcance para conseguir los objetivos de descarbonización. Esto implica la adaptación del sector y la implementación de nuevos procesos y sistemas, por lo cual, cuanto antes empecemos, más posibilidades tendremos de cumplir con los hitos marcados.